Entrevista a Xavier Panés Sancho, presidente de Cecot

logo_cecot_color

Su organización se sumó al Manifiesto por una Economía con Propósito. ¿Por qué las empresas deberían avanzar hacia un mayor compromiso?

En Cecot, como organización empresarial multisectorial que somos, defendemos que la empresa es la célula madre de la economía. Sin empresas no existe sociedad del bienestar, ni se puede desarrollar un país. En Cataluña, y en Europa en general, predomina un tejido empresarial impulsado, fundamentalmente, por autónomos, microempresas y pymes, con equipos con mucho empuje. Pymes y autónomos que luchan cada día por generar actividad y por poder pagar las nóminas y los proveedores a final de mes. Es mucha la responsabilidad que asumen arriesgando ahorros y patrimonio, ya menudo no se les reconoce lo suficiente.

Con todo esto, lo que quiero decir es que la primera responsabilidad social que tiene una empresa es garantizar los puestos de trabajo y tener en cuenta a las familias que dependen de ella, y debe generar riqueza que contribuya a mejorar el contexto en el que la empresa lleva a cabo su actividad. Y, obviamente, es necesario que esta generación de riqueza siempre, siempre, siempre esté vinculada a reforzar la cohesión social. Debemos ser corresponsables del desarrollo socioeconómico del país pero también cuidar el planeta a medio y sobre todo a largo plazo. Por eso nos sumamos al “Manifiesto por una Economía con Propósito”, porque reconoce la importancia de las empresas a la hora de generar un impacto positivo en la sociedad, más allá de los beneficios económicos.

¿Qué evolución observa en su entorno empresarial?

Insisto en que vivimos en un país de autónomos, microempresas y pymes, el 98% de nuestro tejido empresarial, y que por su dimensión a menudo no disponen de los recursos necesarios o suficientes para canalizar, integrar y ejecutar acciones de compromiso social vinculadas a un propósito. En muchos casos prima el hecho de garantizar su continuidad para mantener los puestos de trabajo. Por eso es importante el papel impulsor que pueden desempeñar las organizaciones como Respon.cat o la propia Cecot, especialmente por esta dimensión de empresa.

Cabe decir que el compromiso con el propósito empresarial de las organizaciones se va concretando, por ejemplo, en la redacción de códigos éticos, en la definición de la visión y misión de las empresas y en iniciativas de voluntariado corporativo. El impulso de estas iniciativas, hasta hace poco con mucha presencia en empresas grandes, también se va incorporando a pymes, microempresas e incluso a los profesionales autónomos.

De hecho, durante la última década hemos detectado un aumento del interés empresarial por ámbitos como reducir la huella de carbono; la sostenibilidad; las igualdades en el seno de la empresa; la formación y calificación de profesionales; el uso de la lengua catalana; la salud de las plantillas, tanto física como mental; la capacitación de personas recién llegadas; la formación de personas con riesgo de exclusión social; la movilidad sostenible tanto de personas como de mercancías; producción de km0; la economía circular, sobre todo en el sector textil; el reaprovechamiento del agua en la industria; y podría añadir muchos más.

Este interés de las pymes de contribuir e implicarse en un ámbito social detectamos que puede venir motivado por tres vías: la primera es por la voluntad del equipo de gobernanza de la empresa y su plantilla que lo integran en la estrategia empresarial. Aquí constatamos, positivamente, una tendencia creciente en la que el impulso del propósito empresarial se integra en el modelo de gestión de la empresa, es decir, que no es, tan sólo, cosa de un departamento o de la iniciativa de algunas personas de la empresa, sino que implica a todas las personas que forman parte y todas las actividades que se desarrollan. En ese sentido, me gustaría reivindicar el papel protagonista de las empresas, como actor principal y proactivo y como interlocutora de primer orden en el desarrollo de la sociedad. La segunda vía se debe a la presión social de los propios clientes o usuarios. Y una tercera vía también puede provenir por la fuerza tractora de las grandes empresas a las que las pymes proveen. Un ejemplo sería las memorias de sostenibilidad ambiental que las grandes empresas están obligadas a realizar y que acaban integrándose en toda la cadena de valor.

Sea como fuere, desde la Cecot detectamos una mayor conciencia colectiva del tejido empresarial en todas las partes interesadas ( stakeholders ), esto es: empleados, clientes, proveedores, administración, competencia o sociedad en general. Es por eso que entidades como la nuestra se convierten en una herramienta al servicio de las empresas para acompañarlas y facilitarles los recursos necesarios para que puedan alcanzar sus propósitos. Unos propósitos que a veces les cuesta alcanzar por esa falta de recursos con los que se desarrollan las pymes. Y por eso les ayudamos con profesionales y expertos en integración de planes de igualdad; en cálculo de huella de carbono, y sobre todo en orientarlas a implementar acciones para reducirla; en formación específica; en el ámbito de la salud y la prevención; o simplemente generando un marco de encuentro, de interrelación y contacto entre empresas y profesionales, del que surgen nuevas iniciativas y nuevos propósitos.

¿Cómo aborda el fomento de un mayor sentido de propósito en el mundo empresarial?

Siente totalmente proactivos y anticipándonos para poder impulsar a las pymes en este sentido. Ya sea con información, orientación y asesoramiento especializado, ya sea facilitando herramientas e instrumentos públicos, privados o público-privados, ya sea generando debates y espacios de reflexión con perspectivas de futuro, etc. Queremos seguir siendo motores de cambio formando parte de una sociedad civil comprometida, movilizada y activa.

La responsabilidad social es un compromiso inherente a Cecot, heredado de la larga trayectoria que tenemos en esto que llamamos el asociacionismo empresarial. Entre nuestros fundadores están el Gremio de la Madera, constituido en 1870, el Gremio Textil, constituido en 1873, o el Gremio de la Construcción, con más de cien años de actividad. Este recorrido asociativo a lo largo de los siglos, impulsado por distintas generaciones de hombres y mujeres de empresa, ha mantenido ese compromiso social que nos interpela a mantener un crecimiento económico sostenible, comprometido con la cohesión social.

Por ello seguiremos insistiendo en la necesidad de impulsar iniciativas para difundir buenas prácticas, en la importancia del asociacionismo empresarial entre el tejido pyme y reivindicar un papel activo en los procesos de toma de decisiones, cuyo impacto abarque el conjunto de la sociedad.

©2025 Manifiesto por una Economia con Propósito

Aviso legal | Política de privacidad | Política de cookies

CONTÁCTENOS

Déjenos un mensaje y le responderemos tan pronto como sea posible. ¡Gracias!

Enviando

Inicia Sesión con tu Usuario y Contraseña

¿Olvidó sus datos?